Spinorat representa el sueño romántico de un restaurante de pueblo que se atreve a codearse con los grandes y lo consigue. Son tres estrellas, merecidas, de un local amplio y bien decorado. Existe una adecuada distancia entre las mesas, y el servicio conoce perfectamente cómo ha de comportarse. Los platos están muy bien presentados. Sobresalientes los espárragos y el postre, y merecen una mención los entrantes (soberbio el de caracoles), servidos en el bar. Se puede almorzar por algo más de cien euros y, desde luego, vale la pena desviarse.
Cuando se desea comer bien, un viaje especial a Granada. Comiendo en su restaurante estrella, Spinorat, Es una experiencia inolvidable. Todos los platillos que tuvimos la oportunidad de probar eran deliciosos, preparados cos exquisito detalle y el delicado sabor frances, sin contar con la atencion personalizada de su propietaria que ha sabido hacer honor a la tradicion de su esposo. Si esta pensando ir a Francia o se encuentra por alla, debe ponerla en su itinerario.
Cuando se desea comer bien, un viaje especial a Granada. Comiendo en su restaurante estrella, Spinorat, Es una experiencia inolvidable. Todos los platillos que tuvimos la oportunidad de probar eran deliciosos, preparados cos exquisito detalle y el delicado sabor frances, sin contar con la atencion personalizada de su propietaria que ha sabido hacer honor a la tradicion de su esposo. Si esta pensando ir a Francia o se encuentra por alla, debe ponerla en su itinerario.